El turismo ha impregnado prácticamente todas nuestras vidas , ya no sólo a la hora de viajar si no cuando estamos en nuestro día a día, adaptando una serie de comportamientos que hemos aprendido a lo largo de nuestros viajes y de nuestras experiencias vividas en esos lugares. Todo esto nos ha reportado unos consejos o trucos que bien podemos tener en cuenta cuando estemos de turismo en un determinado lugar, especialmente en aquellos lugares que viven principalmente de el y donde el turista se ha convertido en el principal objetivo al que vender y del que beneficiarse.
Existen una serie de trucos que es importante remarcar y que esta bien tener presente en lugares como por ejemplo zocos mercados o avenidas turísticas donde se concentran los principales operadores y comerciantes que día tras día han desarrollado una habilidad especial para obtener del turista el mayor beneficio posible. Por ejemplo, no se sí alguna vez os habéis preguntado como en una avenida comercial de pequeños puestos los turistas aparecen en sus manos con diferentes colores de bolsas de plástico,de las compras que han realizado. Nada es casual y no es producto del azar.
La explicación es que los comerciantes de esa avenida se han puesto de acuerdo para codificar mediante colores, la disponibilidad del turista a comprar o regatear. De esta manera, cuando un vendedor da al turista la compra en una bolsa de plástico de un determinado color, quiere comunicar a sus colegas de otros puestos, que ese comprador es factible al regateo, a subir o bajar el precio, a comprador exigente, etc,etc. Es por ello que si te han dado una determinada bolsa , es conveniente guardar esta en nuestra mochila, para de esa forma no dar información extra al dueño del siguiente puesto.
Igualmente muchos de los puestos se comunican entre sí mediante walkie-talkie informando sobre nuestro perfil de compra. Igualmente cuando estemos haciendo compras es muy importante conocer las leyes no escritas sobre el regateo, algo que se da en gran parte de los países turísticos del mundo, en especial en el norte de África y en algunos lugares de Asia, donde no hay un precio oficial y donde el regateo es una práctica casi propia de estas culturas. Hay que entender que del precio que primero nos dicen, se puede obtener un descuento y un precio final, de casi un treinta por ciento.
Como contestación al primer precio que nos dicen, debemos ofrecer uno inferior de acorde a esa idea, con la intención de encontrarnos tras el regateo en ese precio estimado comentado.Tratar con respeto al vendedor y siempre ofrecer una sonrisa, puede ayudarnos a obtener un descuento extra. Pequeños trucos y consejos que nos ayudarán a desenvolvernos con cierta soltura y con garantías a la hora de enfrentarnos al complicado pero entretenido mundo del comercio enfocado al turismo. Saber conocer las costumbres y las normas por las que se rigen estos comerciantes y conocer sus cartas de antemano, nos ayudara a la hora de afrontar ese día tan tedioso y agotador tanto mental como físicamente en la vida de un turista.
