Una de las grandes dudas y en muchos casos discusiones de muchos viajeros a lo largo de sus viajes y estancias en los hoteles o alojamientos similares, es sobre la posibilidad de llevarse a sus casas ciertos objetos que se pueden encontrar en las habitaciones de los hoteles, donde en muchos casos se suele llevar más de lo que realmente procede.
Varias asociaciones hoteleras han presentado detalles sobre los obsequios, objetos y otros elementos de la habitación más rocambolescos que más desaparecen de sus edificios. Desde bombillas de las lámparas, a planchas , secadores o incluso hasta pequeñas lámparas de mesita, contrastan con los ya por todos conocidos tres objetos vetados y prohibidos de ser robados por definición, como son los típicos albornoz de las duchas, las toallas o las perchas.
Frente a esto podemos decir que hay una serie de objetos que se pueden llevar gratis de las habitaciones de los hoteles, como son los típicos obsequios de cortesía, como las pastillas de jabón, los cepillos de dientes desechables, los kits de champú y de gel de baño, los bolígrafos y lápices y los pequeños cuadernillos de notas que podemos ver en gran parte de las mesitas de las habitaciones. Junto a esto entran en duda algunos objetos como las zapatillas desechables de los spa, donde no hay un criterio fijo acerca de su gratuidad para llevarlas de vuelta con nosotros.
Aún así en todos los casos prima el sentido común a la hora de plantear la gratuidad y la probabilidad de llevarse un determinado objeto, ya que de por sí hay hoteles que indican explícitamente cuales son posibles y cuales no, así como que indican en muchos casos en los embases de los productos, su gratuidad y su disponibilidad. Es en resumen , un criterio de saber viajar y comportarse de una manera adecuada allá donde vayamos, evitando situaciones que puedan llegar a ser comprometidas.
